Es posible que alguna vez hayas escuchado el término huella de carbono y te hayas preguntado ¿Huella de Carbono?, ¿Qué es la huella de carbono? ¿de qué se trata? Pues bien, estás en el lugar adecuado para salir de dudas. Aún no es “trending topic” pero está a las puertas de convertirse en un indispensable para todas las organizaciones que constituyen el mundo empresarial.
Cada vez son más las empresas que tratan de avanzar en el camino de la sostenibilidad debido a las exigencias del consumidor moderno, quienes demandan productos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Por este motivo vamos a definir y explicar qué es la Huella de Carbono y qué utilidad ofrece a quienes la calculan.
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono es el principal indicador para evaluar la contribución al Cambio Climático de una empresa, producto o servicio. Su unidad de medida es la cantidad de CO2 equivalente, expresada en toneladas o kilogramos, que es necesario emitir para la producción de un bien o la prestación de un servicio. En otras palabras, la huella de carbono mide la cantidad de toneladas de CO2 que una empresa envía a la atmósfera durante la ejecución de su actividad.
Como ya hemos indicado en la introducción de esta lectura, son cada vez más las empresas que miden la cantidad de CO2 que emiten. Los motivos por los que lo hacen son varios; a continuación, se muestran algunas de las ventajas y beneficios que las empresas obtienen con el cálculo de la huella de Carbono.
Beneficios de la medición de la huella de carbono
En primer lugar, la empresa incurrirá en una reducción de consumos y aumento de eficiencia energética, localizando consumos ociosos y potenciando su efectividad en el proceso productivo o en el servicio prestado. Esto se traduce en un ahorro económico a medio y largo plazo para la empresa, la cual, se beneficiará de ello y podrá ser más competitiva además de crecer a nivel económico y sostenible.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la empresa mejorará su imagen corporativa a la vez que crecen sus posibilidades de marketing y comunicación dada la tendencia al alza de consumir productos sostenibles.
Por último, hay que destacar también que solo es cuestión de tiempo que futuras normas climáticas entren en vigor y obliguen a todo el panorama empresarial a tener calculadas sus emisiones de gases efecto invernadero, anticiparse a ello está en manos de las empresas. Así, las que estén calculando su huella podrían estar accediendo a subvenciones y financiaciones a las que el resto de las empresas no tendrían acceso.
Esta es la realidad en la que nos encontramos y que por suerte seguirá creciendo y haciéndose mas fuerte para bien de todos. Cuidar nuestro planeta y trabajar unidos por la sostenibilidad del mismo es ahora trabajo de todos.